miércoles, 16 de agosto de 2017

JERTE 2.0



JERTE 2.0



 Cuando los viajes se hacen con las personas que quieres, siempre se recuerdan. Te dan momentitos que quedan guardados.



 Vuelve el blog con más ganas que nunca. Sé que he estado una temporada fuera, pero necesitaba cambios. Se mantiene la esencia, pero no el fondo y la forma.
El “Jerte en Chanclas” tiene muchos porqués. Puede parecer que la idea comenzó en el Jerte, y seguramente sea así. Pero es cierto que lo que compone este blog no es un hecho puntual, sino muchos encadenados y alineados que terminan, o empiezan, aquí.


 

Así que empecemos con los porqués.
Con el Valle del Jerte, que fue el último, pero será el primero. No prometo que la próxima vez me ponga unas deportivas, porque sin Jerte no hubiera habido chanclas.



Acedera y Orellana La Vieja.

Viaje a Extremadura. A Acedera en pleno agosto. Cuatro personas y un perro en un coche sin aire acondicionado. Ventana abierta y entrando fuego. Ruido también. Pobre Buster. Le vamos mojando y dando agua durante todo el trayecto. Se marea. Nos mareamos. Llegamos de noche y cansados, pero las risas han merecido la pena.

Tomar el sol. Chapuzones en el canal. Siestas imposibles y Elba practicando con el violín. Manguerazos, muchos, para refrescarnos. Dormir en el suelo. Buscar una canción.

En Orellana La Vieja nos bañamos en el pantano. Fotos en el agua. Y debajo. Más risas. Un helado y un sándwich de jamón. Y está claro que los momentos con vosotros siempre me saben a poco, y por ese poco que me falta, siempre quiero un poco más.





Mérida.

La he mirado diferente. Desde la madurez. Fui de niña y volví adulta. He mirado y encontrado. He visto la historia en cada rincón. He disfrutado del camino, de lo que está por venir. De la historia que está escrita en cada piedra.

Pórtico del Foro. Convirtió a Mérida en algo importante. Una copia, en Hispania, de Roma.

Centro Cultural Alcazaba y el Museo Nacional de Arte Romano. Grandioso. Un cachito de ayer, en el mundo de hoy. Un reflejo de lo que fue, de lo que se aspiró a ser.

Teatro. Puro teatro. Cultura y 6000 personas disfrutando del espectáculo.

Anfiteatro. Juegos de gladiadores, cacerías de fieras y luchas entre animales salvajes. 15.000 personas y que empiece el show.

Y las Catacumbas. Historia enterrada. Oculta a los ojos de los que no quieren ver. Solo visible para aquellos que saben dónde mirar.

Mérida te atrapa. Me sentí pequeña e importante. Supe que es un lugar al que hay que volver.






Valle del Jerte.

Busqué las piscinas naturales. Y lo hice en chanclas. Subí. Me mareé, respiré y seguí. Nos bañamos, disfrutamos, nos caímos y reímos. Encontramos el oasis y durante un rato fue nuestro. Bajé. Y lo volví a hacer en chanclas.



Por tanto, sólo podía ser este el título. 

Porque representa la amistad, la cultura, los viajes planeados y los que no lo son. Los que te marcan y te hacen desmarcarte. Los que te hacen crecer y entender. Los que te hacen ver las cosas de otra manera y te hacen saber que es muy importante el dónde, pero mucho más importante el quién.







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