domingo, 29 de enero de 2017

Ìdolos



ÍDOLOS

Día para hablar de ídolos.

Ídolos, no porque estén arriba, sino por cómo andan por la vida. Porque saben ganar pero, sobre todo, perder. Porque saben levantarse y a no encariñarse con el suelo. Porque si te esfuerzas y das lo mejor de ti, no has perdido, sino que has aprendido.

No hago deporte. Por vagancia, más que otra cosa. No soy una gran entendida, pero disfruto viendo partidos de tenis. Desde siempre. No es de ahora.

De pequeña veía a Juan Carlos Ferrero. Tan rubio y tan guapo. Tocó el éxito un instante. Subió y bajó casi al mismo tiempo. Luchó y trabajó, pero le pudo la cabeza. Entendí que el éxito no estaba en ser el número 1, sino en saber que puedes serlo. En creértelo. Nunca se lo creyó del todo.

Después vino David Ferrer. El hombre que sería Rafael Nadal, sino existiera Rafael Nadal. No he visto a ningún tenista que luche tanto, que no dé nunca nada por perdido. Le admiro.

Roger Federer hizo elegante el tenis. Ese revés a una mano… Hizo que pareciera fácil lo difícil. Es leyenda sin quererlo. Un señor.

Y Rafael Nadal. Le he seguido desde que jugaba con 14 años en el polideportivo Pisuerga. Desde que no se le conocía, pero él ya proyectaba su nombre en grande. Ejemplo de muchas cosas. De esfuerzo, de lucha, de concentración,… Se crece en las adversidades.

Por tanto, soy fan de los que son fuertes. De los que flaquean y les sirve para coger impulso. De los que no ponen excusas. De los que creen en ellos. De los que no predican con palabras, sino con hechos. De los callados, que con lo que hacen, ya lo dicen todo. De los que saben que la suerte es sólo una circunstancia y que el único camino para el éxito es el esfuerzo. De los agradecidos. De los que tienen valores y los aplican. De los que son honestos. De los respetuosos. De los que saben distinguir el juego de la vida.


De los que, en definitiva, por las noches, pueden dormir contentos por cómo son. 





domingo, 8 de enero de 2017

Crece

Puedes ser tú o ser otro. Puedes saber quién eres o pasarte la vida intentando averiguarlo. Puedes saber dónde quieres ir, puedes dejarte llevar. Puedes estar. O no estar. Ser quién quisiste ser. O intentarlo. Puedes ser una mejor versión de ti mismo o una copia de lo que nunca fuiste.

Puedes ser muchas cosas, pero está claro que eres de los que están al otro lado…

Si eres de los que está dispuesto a darse entero, también eres de los cautos que no está dispuesto a romperse en pedazos por cualquiera.

Si eres de los que quiere sin miedos y sin excusas, al final, eres de los que no prometen lo que no pueden cumplir.

Si eres de los exigentes, eres de los que no se conforma con lo que le hace medianamente feliz. Quieres el todo.


Así que busca ese todo, no te conformes con menos. Sonríe. Sabes que puedes. Y que debes. Porque quizás, algún día, te arrepientas de haberte quedado a mitad de camino. Trabaja. Pisa firme. Quedate con los que te quieren, y te hacen el camino más fácil. Vete. Sin escándalos. Crece. Y permanece.